Nuestra compañera Natalia Domínguez presenta su candidatura al ICATF como decana
Es una especialista en Derecho Laboral que cuenta con una acrisolada experiencia tanto en el ejercicio de la profesión (desde 1998) como en el propio Colegio de Abogados tinerfeño, donde fue secretaria de la Junta durante diez años en la etapa de Víctor Medina. Basta con revisar su plancha para comprender que Natalia Domínguez Sosa (Puerto de la Cruz, 1974) cuenta con serias posibilidades de ser la nueva decana de dicha institución, aspiración que hace pública en esta entrevista concedida al DIARIO DE AVISOS. Las elecciones están previstas para el próximo mes de noviembre y, presumiblemente, se enfrentará en ellas al titular del cargo, José María Niederleytner. Sin más titubeos, lo mejor era preguntarle directamente al respecto.
-¿Piensa presentarse a las elecciones del Colegio de Abogados de Tenerife para ser la nueva decana?
“Así es. Tras tomar la decisión, a la primera persona a la que se lo comuniqué fue a nuestro actual decano. No quería que se enterase por otra persona que no fuera yo, no me parecía correcto”.
-¿Cómo reaccionó Niederleytner?
“Muy bien. Agradeció que se lo comentase”.
-¿Cuándo empezó a valorar la posibilidad de presentarse?
“Siempre fue algo que despertaba mi interés. Hay que tener en cuenta que estuve en el Colegio durante la etapa de Víctor Medina como decano, en la que fui secretaria de la Junta. En las últimas elecciones me presenté en la plancha que encabezó José Luis Sánchez Parodi, pero como usted sabe no salió adelante ese proyecto…”.
-Por ocho votos, en la que seguramente ha sido la votación más reñida que ha tenido lugar en la historia del Colegio de Abogados tinerfeño…
“Así fue, por ocho votos. Pero siempre nos quedó esa inquietud por continuar la labor que ya habíamos empezado para la modernización del Colegio, cambiar las cosas…”.
-¿Cómo y cuándo se reactivó esa inquietud, a tal punto de formalizarse en una candidatura?
“Más o menos fue en las fechas de la Navidad pasada y por el ánimo que me insuflaron los compañeros. Me animaron tanto que acabé consultando el tema con el propio Víctor Medina y con José Luis Sánchez Parodi, que no solo entendieron que era el paso adecuado sino que incluso el propio Parodi, que ya no tenía interés en volver a presentarse al frente de una candidatura, sí que accedió a acompañarme en la plancha, lo que le agradezco mucho. En realidad, con ellos dos y con Freddy Santos terminó de germinar la idea, y aquí estamos. También me apoya Marlene Martín que fue la otra candidata hace cinco años”.
-¿Santos y Martín también van en la plancha?
“No, como tampoco Víctor Medina. Pero cuento con todo su apoyo, algo en que no puedo más que insistir en mi agradecimiento”.
-Lo que no se le puede negar es capacidad para aunar voluntades, porque no siempre ese sector de la Abogacía tinerfeña estuvo unido, aunque la división fuera puntual…
“Esa es una de las cuestiones principales por las que me he animado a liderar este proyecto. Hemos aprendido la lección y ahora volvemos a caminar juntos por lo que importa, que es que los abogados cuenten con un Colegio que les ayude y les represente de la mejor manera posible”.
-Decía usted que tenía la sensación de que hacía falta continuar la labor en el Colegio. ¿Qué aspectos entiende más necesitados en tal sentido?
“Siempre hay mucho que hacer, y es importante tener las ganas de hacer cosas. Lo primero que le planteo es seguir apostando por la modernización del Colegio”.
-¿Puede ser más concreta?
“Tenemos que seguir apostando por una mayor implantación de las nuevas tecnologías y fomentar su uso, implementar una sede electrónica porque toda la comunicación con los colegiados debe ser ya por esta vía, como lo es con todas las administraciones públicas. Estamos habituados a ello y el Colegio, aunque ha hecho avances en ese sentido, tiene que avanzar en esa dirección. También en el campo de la formación, no solo a través de pildoras, como se ha hecho durante el confinamiento en forma de cursos, sino algo más ambicioso, en modo de plataformas”.
-¿No es la formación una misión esencial del Colegio?
“Tiene que ser una piedra angular. El Colegio debe ofrecer una formación de calidad que el abogado necesita, y tiene que ser variada y de reciclaje. Tenemos que ponernos las pilas en eso”.
-Dígame más mejoras que propone su candidatura.
“La transparencia en la gestión. El colegiado tiene todo el derecho de saber qué pasa en el Colegio, empezando por publicar las actas de la Junta en la página web…”.
-¿No se hace en la actualidad?
“Es cierto que el Colegio envía sus ‘El Decano informa’, pero ahí se filtra y, la verdad, entendemos que el colegiado debe tener un acceso directo a dicha información. También consideramos que los presupuestos deben estar siempre a disposición del colegiado, porque tiene todo el derecho del mundo a saber cómo se asignan los dineros”.
-Otra de las claves pasa por la defensa del colegiado…
“Por supuesto. El colectivo necesita una defensa más eficaz. No es lo mismo que un abogado, cuando tiene una incidencia con otro operador jurídico, sea él quien se tiene que buscar la vida, o que cuente con el respaldo del Colegio. En ese sentido, durante la anterior etapa entiendo que avanzamos bastante poniendo a disposición del colegiado un buzón de quejas, de las que no pocas se tramitaron frente a otros operadores jurídicos porque se consideró que su actuación con el compañero no era la adecuada. Pero también hay otros temas que son particularmente interesantes, al menos en nuestra opinión”.
-¿Por ejemplo?
“La labor social que puede y tiene que hacer el Colegio. Temas de responsabilidad social e institucional en los que desde la institución se colabore con colectivos de este sector que ayudan a los más vulnerables. Hay mucho por hacer en ese sentido, y otros colegios ya trabajan por ese camino”.
-Entiendo que se refiere a lo que puede aportar la Abogacía como tal, que no es poco.
“Claro. No es ponernos a repartir alimentos, sino aportar en lo que nosotros sabemos hacer. Le pongo un ejemplo como puede ser el de los extranjeros y, en general, personas a las que podemos informar de sus derechos y orientarles jurídicamente. Ya sea directamente o a través de organizaciones no gubernamentales a las que podamos asesorar. Particularmente, es una idea que me seduce y que me hace ilusión poner en práctica”.
-Me decía que cuentan con el ejemplo de otros colegios en ese sentido.
“Sí. Ahora mismo le puedo citar el de Madrid, donde ya han implantado labores de asesoramiento a los que se apuntan colegiados de forma voluntaria para asesorar a entidades sin ánimo de lucro”.
-¿Por qué dice que le seduce particularmente impulsar este tipo de actividades de responsabilidad social e institucional?
“Porque entendemos que el abogado tiene una importancia social relevante dado que, al final, lo que hacemos es defender derechos de terceros y, muchas veces, se hace de forma altruista. Estoy convencida de que el 90% de los abogados tienen o han tenido un protegido, por llamarlo de alguna forma, al que han defendido a cambio de nada. Esto segurísima de ello. Pero la sociedad a veces no tiene esa imagen de nosotros. Y no estoy hablando de mi cuñado, por entendernos, sino de una persona que te llega y la ves tan desprotegida que tiras hacia adelante por una cuestión de principios. Esa imagen de que el abogado se mueve solo por dinero no es cierta. La motivación principal del abogado es ganar su caso, más allá de la minuta, porque muchos de esos asuntos son antieconómicos. En esa satisfacción por conseguir el resultado está en la base de todo abogado. De ahí la importancia que, desde el Colegio, logremos transmitir una imagen a la sociedad más real. Un abogado es una persona que defiende derechos de terceros, y se deja la piel en ello. Eso es lo que tenemos que proyectar”.
-¿Se escucha de forma suficiente a la Abogacía en el sector?
“No tenga la menor duda de que estamos por la labor de que en la Administración de Justicia se nos escuche más. Los abogados somos un operador jurídico como puedan serlo los jueces, los fiscales, los funcionarios… Además del despacho, nuestro lugar de trabajo es el Palacio de Justicia, y ahora mismo estamos viendo que se nos deja de lado hasta para tomar decisiones de cómo entrar y salir. No se nos tiene en cuenta, y lo hemos visto también en decisiones como hacer hábiles 20 días en agosto, pero no se nos escucha. Ojo, por supuesto que tenemos claro que atravesamos una situación difícil y que hay que arrimar el hombro, y si tenemos que quedarnos sin vacaciones pues será. Pero vemos cómo se respetan escrupulosamente las vacaciones de jueces y funcionarios, y nada sobre el descanso de los letrados. No entendemos que no se nos escuche como a los demás”.
-¿Cómo valora la situación de la Administración de Justicia durante el estado de alarma, teniendo en cuenta su inactividad frente a otras administraciones que han estado, no ya activas, sino en primera línea?
“Supongo que se refiere a las opciones que habían para impulsar el teletrabajo. En nuestra opinión, la Administración de Justicia ha sido la gran olvidada. Ha sido una inactividad sorprendente, y por eso no nos queda otra que insistir en la necesidad de que se nos escuche”.
-Imposible no preguntarle por los compañeros del turno de oficio.
“Es un colectivo importante para nosotros, y no estamos de acuerdo en que cobren tan poco y tan tarde”.
-Desde la administración se excusan en que no tienen gente suficiente para tramitar antes esos pagos.
“Pues habrá que poner más gente. No puede ser que un servicio tan importante como el de la justicia gratuita para aquellos que no tienen recursos dependa de algo que tiene una solución tan sencilla como la de, simplemente, contratar más gente. Los compañeros del turno merecen una defensa continuada y firme”.
-Para terminar, ¿podría facilitar los nombres que conforman la plancha de su candidatura?
“Que no se diga que no ejercemos la transparencia que proponemos para el Colegio. Me acompañan en esta candidatura Paula García Marrero, Sandra Rodríguez, Carolina García Santos, Concetta Contino, Carmen Ledesma, José Luis Sánchez Parodi, Daniel Miranda, Pedro Revilla, Luis Sánchez Alejandro, Martín Airam Pérez y Francisco Gutiérrez”.