Hay un alarmante repunte de cetáceos que mueren en Canarias; es un drama irrefutable
Es una de las voces más críticas en Canarias sobre la falta de medidas de protección a los cetáceos, tanto a nivel legislativo como de sistemas de control e inspección para evitar el acoso que sufren por la proliferación de barcos ilegales y la sobreexplotación. El mes pasado, este joven abogado tinerfeño, de 28 años, vio cómo el Parlamento aprobaba su propuesta de crear una comisión de coordinación sobre esta materia pionera en España, aunque se sigue preguntando por qué CC y PSOE impidieron que saliera adelante un protocolo para evitar las colisiones entre los barcos y los mamíferos marinos.
-En los últimos meses han aparecido varios cetáceos muertos en las Islas. ¿Aflora, a través de este goteo incesante, un drama silencioso?
“Sí. Hay un repunte clarísimo que alarma a los científicos y a la población. Estamos ante un drama irrefutable, a pesar de que durante años no se haya hablado del tema lo suficiente. Los datos de la Red de Varamiento de Canarias son asombrosos. Hablamos de cientos de muertes al año en Canarias”.
-¿Es porque han aumentado las colisiones o, simplemente, por la acción de las corrientes?
“En mi opinión, las dos cosas”.
-¿Las muertes las causan mayoritariamente los barcos comerciales o las embarcaciones de recreo?
“Hay de todo. Es más difícil que una embarcación de recreo o pesca recreativa descuartice a un cachalote, pero sí que pueden herir mortalmente a los calderones tropicales. Según los planes de protección, el problema de las colisiones se concentra en buques de mayor tonelaje y velocidad. La velocidad a la que navegan representa una amenaza grave para la supervivencia del cachalote, que nada por el fondo marino más profundo hasta que sube a respirar y es ahí donde se juegan la vida. Son animales que no esquivan el barco, están en reposo, aletargados, necesitan respirar, acaban de emerger desde 1.000 metros de profundidad. La bióloga Natacha Aguilar, que lidera las investigaciones de la Universidad de La Laguna, afirma que Canarias es un sumidero atractivo porque vienen aquí por las buenas condiciones y encuentran la muerte por colisiones”.
-¿Y no existe un protocolo para avisar a las embarcaciones que navegan de la presencia de un banco de mamíferos?
“Eso es lo curioso. Existe un protocolo para emitir avisos de emergencia a Capitanía Marítima desde que un barco detecta un tronco a la deriva, porque es un peligro para la navegación, y en cambio no hay ninguna medida establecida para advertir de la presencia de 20 o 30 cachalotes. Es una incongruencia, porque no solo está en juego la seguridad marítima sino una catástrofe medioambiental”.
-¿Se puede decir, en función de los datos que maneja, que Canarias es hoy por hoy uno de los cementerios de cachalotes del planeta?
“Por supuesto que sí. El Archipiélago está considerado como una de las zonas del mundo de mayor riesgo para la supervivencia de los cachalotes. En cualquier caso, no hay más que escuchar a los científicos. Vidal Martín Martel, por ejemplo, presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos del Archipiélago Canario, cifraba en 42 cachalotes muertos por colisión, entre el año 2000 y 2015, y Manuel Arbelo, veterinario e investigador, establece como primera causa directa de muerte de cetáceos en Canarias el tráfico marítimo y las interacciones con actividades pesqueras”.
-El Parlamento de Canarias acaba de aprobar una propuesta que usted llevó a la Cámara de la mano de la diputada del PP Cristina Tavío: la creación de una comisión de coordinación, pionera en España, para supervisar las actividades marinas. ¿Qué importancia le da?
“Mucha. Hemos conseguido que por fin se alcance un consenso con todos los grupos parlamentarios, a partir de una propuesta del PP, para incluir esa enmienda en una disposición final de la Ley de Pesca de Canarias. Y abarca no solo el avistamiento de cetáceos, sino todas las actividades marítimas que puedan afectar a los cetáceos, especialmente en las zonas protegidas como Teno Rasca, la principal de Canarias”.
-Pero su felicidad no ha sido completa. CC y PSOE impidieron que se aprobara la segunda gran medida que planteaba, la de regular una serie de pautas para reducir al mínimo las colisiones de barcos con cetáceos.
“Sí, y me preocupa porque el cachalote va a seguir muriendo. Nosotros queríamos que se incluyera esa otra enmienda para sacar adelante un protocolo anticolisiones; es decir, que el Gobierno de Canarias, a través de los informes de sus consejerías, redactara una pauta para reducir el riesgo de colisión con cetáceos. No hay que olvidar que hablamos de un peligro también para la navegación desde que en 1992 se produjo el primer accidente documentado que causó 40 heridos en el jet-foil. Todavía hoy me pregunto por qué CC y PSOE votaron en contra”.
-¿Qué lectura hace del argumento de “falta de tiempo” para el desmarque de CC y PSOE del protocolo anticolisiones?
“Me causó sorpresa, porque dicen que no han tenido tiempo, cuando solo había que leerse tres párrafos en los que se encargaba la tarea al Gobierno en un plazo de seis meses y a partir de los informes técnicos elaborados por sus consejerías. Es un sinsentido”.
-Entonces, ¿por qué cree que no lo apoyaron?
“Realmente no quisieron dificultar la aprobación de lo que era su objetivo principal con esta reforma, que era introducir más actividad, como la pesca turística, el turismo marinero, acuicultura y marisqueo, sectores que se introducen en un espacio protegido que se encuentra en evidente degradación por la sobrexplotación”.
-Las empresas legales dedicadas al avistamiento de cetáceos en el Sur llevan años denunciando el daño medioambiental por el intrusismo en el sector. ¿Qué porcentaje representan los barcos que operan sin permiso?
“Es un problema reconocido y detectado desde 1995. En 1998 había cinco empresas legales y los turistas se dejaron ese año el equivalente a 13 millones de euros. ¿Se hicieron millonarias las empresas? No, porque había una abrumadora mayoría, más de 20, ilegales que se repartieron el pastel. Hace tres años estábamos fifty-fifty. Pero en verano proliferan las ilegales, cualquier persona alquila un barco y se dedica a vender excursiones por los paseos marítimos. Todo el turista que pisa el sur de Tenerife va a ver ballenas. Canarias es el mejor destino turístico del mundo para ver todo el año calderones tropicales.”
-¿Y ha aumentado el control últimamente sobre los barcos piratas?
“Está ocurriendo algo muy curioso a raíz de la presión, las denuncias y la movilización del sector empresarial legal, que ha logrado que las empresas ilegales vayan a la Consejería de Turismo y pidan la bandera, el distintivo que se supone que garantiza el cumplimiento de los requisitos para prestar la actividad. Y no es cierto”.
-¿Por qué?
“Porque los requisitos son dos: solicitar la inscripción en el registro de empresas de avistamiento de la Consejería de Turismo mediante comunicación previa y, el más importante, el permiso del Ministerio de Medio Ambiente, porque ahí los barcos están obligados a presentar un mínimo estudio de impacto ambiental. Como la Consejería de Turismo no habla con el Ministerio de Medio Ambiente le dan la bandera a quien ni siquiera ha solicitado el permiso a Madrid. Pues bien, muchas de esas empresas ilegales que se asustaron tienen su bandera y se han vuelto pseudolegales. Están inscritas como empresas que operan en la actividad turística pero no cumplen los requisitos medioambientales. Un ejemplo es el superyate que hace conciertos en la ZEC de Teno-Rasca”.
-Otra de las demandas del sector es la realización de un estudio sobre la capacidad de carga para fijar un cupo máximo de barcos navegando. ¿Para cuándo?
“Esa es otra. La Consejería de Turismo dará tantas banderas como cuantas les sean solicitadas. Si ahora llegan 500 empresas nuevas de rusos, italianos y albaneses se las darían. ¿Por qué? Porque no se ha hecho el estudio sobre la capacidad de carga, que es absolutamente imprescindible”.
-¿Y de quién es competencia?
“Antes era del Gobierno de Canarias, pero desde el año 2007 es del Ministerio de Medio Ambiente. El retraso es injustificable. Me consta también que la Consejería de Medio Ambiente, en un intento por colaborar, a pesar de que no es una competencia suya, ha tratado con algunos científicos para encargarles un estudio, pero pagándoles una miseria, con lo cual no hay estudio”.
-¿Qué ocurre con los servicios de inspección y con las sanciones? ¿Por qué se atascan en los despachos?
“Últimamente ha habido algún movimiento, como la creación de un puesto de técnico superior por parte del Ministerio. Pero entre 2015 y 2017 la Guardia Civil levantó 57 denuncias en el Sur por la presunta vulneración de la normativa turística del avistamiento de cetáceos. De esas denuncias, la Consejería de Turismo, que es la receptora, dice haber recibido 35 y sobre el resto hay un silencio absoluto. Y de esas 35 solo una se ha tramitado hasta el final del procedimiento con resolución sancionadora. Solo una en tres años”.
-¿Y qué explicación ofrece la Consejería?
“Apelan bastante a la falta de medios, problemas informáticos, otras prioridades y, curiosamente, a una mala confección generalizada de las denuncias por los agentes, lo cual acarrearía un archivo inmediato, según comentan. No me explico que si es así no se hayan reunido para fijar unos criterios homogéneos en la redacción de las actas de denuncia”.
-¿Y la Consejería de Turismo no tiene inspectores?
“Sí, con partida presupuestaria asignada, pero se han ocupado del alquiler vacacional, donde sí están actuando, y se han olvidado de las ballenas”.
-¿Qué importancia le da a la incorporación de las nuevas tecnologías, y particularmente a los drones, para mejorar en el futuro la vigilancia en las zonas de especial conservación?
“Una de las recomendaciones plasmadas en los convenios internacionales de protección de especies altamente migratorias de cetáceos es el uso de nuevas tecnologías. El Parlamento de Canarias aprobó una Proposición No de Ley en ese sentido instando al Gobierno a incorporarlas, lo que permitiría una detección precoz y por lo tanto salvaguardar la seguridad marítima del pasaje y la tripulación de los barcos y el ecosistema de los espacios protegidos. ¿Hay algo mejor que una cámara voladora? Los drones son el futuro. Resultarán claves para la ciencia, así como para la obtención de pruebas de infracciones y delitos”.
CAMPAÑA DE CONCIENCIACIÓN INTERNACIONAL DESDE LAS ISLAS
Alejandro Quintana destaca el eco internacional de una campaña de concienciación puesta en marcha por él mismo en las redes sociales. “Nuestro mensaje dirigido a proteger la fauna marina de las Islas está recibiendo apoyo de todo del mundo. Quizás la imagen más representativa sea la del cantante colombiano Carlos Vives, que está muy concienciado sobre los problemas medioambientales en el medio marino y nos ha enviado un video en apoyo a las ballenas de Canarias. Pero hay muchos más”.